Jorge Luis Terreros Sánchez.
El pasado 17 de febrero del presente año se realizó el Webinar titulado “La ceremonia del sagrado cacao” en el que Efrén Hernández Maldonado, sacerdote Maya, originario de Miahuatlán, en el municipio de Cunduacán, Tabasco, compartió una parte de la palabra de su cultura.
En primer lugar, explica el sacerdote que hay una extensa relación entre el sagrado cacao, sus ancestros y su pueblo en sí; de tal forma que está presente en las actividades cotidianas y festivas de su comunidad que vive rodeada de cacaotal (terreno con plantaciones de cacaos).
El cacao es vida, asegura Efrén Hernández, porque dentro de éste hay una variedad de especies que entran en contacto para su creación desde animales y plantas, hasta territorios sagrados. Asimismo, dice que son hombres y mujeres del maíz y cacao pues hay una relación mística de origen ancestral pues cuando se creó al hombre y a la mujer se utilizó al cacao para darles espíritu (que viene de los ancestros) y para darles una forma física al maíz rojo para la sangre, del maíz blanco para los huesos, del maíz azul o morado los órganos, el maíz amarillo para la musculatura y el maíz negro para los ojos y el cabello. Dada la importancia del maíz y el cacao para los mayas, las festividades y ceremonias se realizan en la milpa y el cacaotal para simbolizar que saben de dónde vienen y de qué están hechos.
Tipos de maíz. Imagen recuperada de Unidad Docente de Antropología de América.
El cacao en forma de chocolate tiene múltiples funciones sociales para la comunidad, al estar asociado con el espíritu y las emociones, es utilizado para cerrar tratos, hacer peticiones de matrimonio, velorios y día de muertos, en sí en cualquier convivencia grande o pequeña que se realice en los pueblo mayas.
La ceremonia del sagrado cacao se realiza en dos ocasiones. En primer lugar, se hace la petición del perdón a los guardianes del cacaotal en el mes de junio donde se ofrecen las trece bebidas de cacao endulzadas con miel proveniente del cacaotal y se le pide permiso a la madre tierra para colocar las ofrendas. En segundo lugar, se realiza otra ofrenda de las mismas condiciones a finales de octubre o principios de noviembre en la que se le habla al espíritu del cacaotal para aclarar el uso que le darán a los beneficios de los primeros brotes de la primera ofrenda.
Imagen recuperada de Pueblos Mágicos, México Desconocido.
Las ofrendas se dan en tres niveles: al inframundo, al mundo del ahora y al supramundo que es la conexión del mundo visible con el invisible.
Por último, el sacerdote, indicó que la palabra compartida a través de su persona no es más que el resultado de un proceso ancestral que pasa de generación en generación. Así como recalcó la importancia de todos los cacaos del mundo porque contienen el espíritu de Kinich Ahau con muchas bondades presentes en todas las etapas de la humanidad para dejar de lado las exigencias del mercado actual.
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