Por Jorge Luis Terreros Sánchez
Una de las prácticas realizadas por las comunidades indígenas son las ofrendas y cambian dependiendo el contexto histórico cultural. Comúnmente, las ofrendas tienen un significado e intención específica y es destinada a las deidades.
En el caso de las comunidades wixaritari, Johannes Neurath, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), explica que en casi todas las fiestas, las noches de canto culminan con los sacrificios de animales, que se realizan al amanecer. La sangre de los animales agonizantes se unta en las ofrendas que pueden ser jícaras y flechas votivas.
Las jícaras (xucuri), es una ofrenda tradicional donde aparecen imágenes de símbolos representativos de la cultura wixárika como el sol, maíz, peyote; el águila, alacrán, venado y la serpiente. Se utilizan para darle de beber a los dioses y a los miembros de la fiesta; en ellas, se colocan las plegarias y también los regalos que las personas dirigen a los dioses. A su vez, Luz Chapela, investigadora con formación en sociología y educación Montessori, explica que cuando los wixaritari quieren enviar mensajes específicos a sus dioses, colocan pequeños objetos simbólicos en las flechas (muwieri).
Por tanto, cada objeto significa algo distinto: una tela bordada es una solicitud que hacen las bordadoras para vender bien sus productos; una cuerda torcida pide éxito en la cacería; un violincito o una guitarra en miniatura son ruegos que piden talento musical, buena voz o destreza; los cristales de cuarzo llevan mensajes a los familiares muertos; las plumas de gavilán son una súplica que pide salud y protección contra las enfermedades; las plumas azules de urraca o perico piden buenas cosechas; las plumas de águila establecen una conexión directa con el Sol, que es la estrella de la mañana; y un atadito de tabaco constituye un buen regalo, un mensaje de amistad para los dioses.
Asimismo, una vez terminadas las fiestas, las ofrendas se depositan en los diferentes lugares de culto en el paisaje, donde moran los antepasados deificados. La sangre es el alimento de los dioses y “hace hablar a las ofrendas”, es decir, permite la transmisión de las plegarias que la gente dirige a sus dioses.
Por otro lado, es sabido que dentro del pueblo wixárika el sacrificio de reses, borregos y chivos se practica únicamente en contextos rituales, por eso la primera sangre que brota de la yugular del animal es el alimento que se ofrenda a las deidades. También, la cría de gallinas y guajolotes también es importante ya que estas aves ocasionalmente se sacrifican durante las ceremonias religiosas. Mientras que la porcicultura es una actividad que carece de un significado religioso.
Las ofrendas están cargadas de significados y están orientadas al bienestar colectivo de la comunidad, es una de las prácticas culturales más representativas, se entiende a través de los rituales sagrados del pueblo wixárika.
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