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PEREGRINAJES WIXARITARI: LOS 5 LUGARES SAGRADOS.

  • 13 dic 2020
  • 4 Min. de lectura

Jorge Luis Terreros Sánchez.


Una de las actividades más significativas para los Wixaritari es el peregrinaje, en temporalidades distintas se realizan recorridos con la finalidad de generar camino para visitar lugares sagrados como Wirikuta (el paisaje desértico cercano a Real de Catorce, San Luis Potosí), Hauxamanaka (el Cerro Gordo, Durango), Haramara (un santuario ubicado en la playa de San Blas, Nayarit) o Xapawiyeme (la Isla de los Alacranes en el Lago de Chapala, Jalisco), que se ubican lejos de los territorios comunales de la sierra.

Explica Johannes Neurath, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), maestro en Etnología por la Universidad de Viena y doctor en Antropología por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que los Wixaritari son uno de los cuatro grupos indígenas que habitan en la región conocida como el Gran Nayar, en la porción meridional de la Sierra Madre Occidental, con una ubicación en ambos lados del cañón del río Chapalagana, y que su territorio tradicional abarca lugares de Jalisco, Nayarit, Durango y Zacatecas, con presencia, principalmente, en los municipios de Mezquitic y Bolaños, Jalisco; El Nayar, Tepic y La Yesca, Nayarit, y Mezquital, Durango; lugares donde se concentra el mayor número de hablantes de su idioma conocido como cora huichol, considerado dentro de la familia de las lenguas yuto-nahuas.


El territorio Wixarika. Elaborado por Susan Alta Martin. Tomado del Journal of Southwest Vol. 42, Nº 1. Verano del 2000. P: 130.

Por otro lado, Mariana Anguiano, quien lleva más de cincuenta años dedicados a la investigación de la comunidad wixaritari, considera que existe suerte de geometría mítica en este pueblo donde los centros ceremoniales para relacionarse con los dioses están en contacto directo con los cinco puntos cardinales; a su vez, con elementos del universo y los lugares sagrados.

Según Leonardo Villegas Mariscal, Profesor-Investigador en la Universidad Autónoma de Zacatecas, en los lugares sagrados habitan los dioses en forma de cerros, ojos de agua, piedras, charcas, plantas y animales. Considera que los dioses son, de igual modo, concebidos como personas de gran edad y representan a los elementos de la naturaleza: el mar, la tierra, el fuego, el sol, la lluvia.

Parte de la cosmovisión wixárika es la fuerte relación que hay entre los dioses y los lugares sagrados, dentro de sus recorridos buscan emular lo que hicieron sus antepasados porque así lo quisieron ellos y ese es su destino. Todo comienza en Haramartsie (considerado el lugar más antiguo del universo para el pueblo wixárika) en el mar de Nayarit, donde habita Tatei Aramára (la diosa del mar); ahí, los mara´kátes realizan rituales, ofrendas y se recogen el líquido sagrado.


Isla del Rey, lugar sagrado wixárika (Foto: Riviera Nayarit)

Después, el rumbo cambia hacia Te´akata donde dioses se presentan en el camino en la naturaleza, en este lugar se realiza un acto orientado a la limpia de impurezas y mostrar señales de veneración.

Wirikuta, ubicado al oeste de Real de Catorce, donde se encuentra el dios Kauyumari , es el desierto donde nació el sol y crece el “Hikuri”. En todos los peregrinajes hacia los lugares sagrados se realizan acciones distintivas, se cree que todo individuo que se precie de ser wixárika debe acudir, por lo menos una vez en su vida, a Wirikuta (considerado por Mariana Anguiano como el más importante de los 5 lugares sagrados) y aquellos que se convierten en chamanes o mara’akáte, deben realizar el peregrinaje al menos cinco veces.

Posteriormente, después del nacimiento del dios Sol y el peyote en Wirikuta, los antepasados trazaron una ruta hacia el sur: Xapawiyeme, lugar conocido por algunos estudiosos de los wixaritari y conocido como Isla de los Alacranes, donde se siente a “La mujer más vieja del mundo”. Por último, regresaron al centro y caminaron hacia el punto cardinal que faltaba: Huaxamanaká, ubicado en Cerro Gordo, Durango, donde se destaca la importancia de Watákame quien se dice que salvó a la humanidad durante el diluvio.


Caminando a Wirikuta. (Fotografía: desinformemonos.org/la-urgencia-de-wirikuta)

Todos y cada uno de los recorridos hechos por el pueblo wixárika tiene una razón de ser, así como un propósito. Paul Liffman, Maestro en Antropología por la Universidad de Michigan y Doctor en Antropología por la Universidad de Chicago, explica que al establecimiento de la tenencia de la tierra con el sistema ceremonial, implica el cumplimiento de cargos y, con estos, los caminos de ascendencia divina se vuelven concretos: Teekata, donde se descubrió el fuego, y Reu’unaxi, donde nació el sol.

Asimismo, el Doctor en Antropología apunta que Teekata es la cueva central, tanto geográfica como cosmológica, donde Tatewari fue hallado por primera vez, mientras que Reu’unaxi, el Cerro Quemado, está a unos 400 kilómetros al oriente de Te´akata, en el desierto de Wirikuta. Además, asegura que el sacrificio de los “corazones” de peyote en el desierto condensa las distintas temporalidades y lugares de producción económica al plantear una conexión orgánica entre la cacería, la recolección y la agricultura.

Los peregrinajes wixaritari generan un vínculo místico entre los lugares sagrados, la naturaleza y sus dioses con el camino para compartir la palabra de los ancestros y hacerlo con el corazón.


Apoya a la economía local y a los artesanos Wixarika adquiriendo sus artesanías en la tienda de Viajes Culturales Iyari Niuki, el dinero llega directamente a las familias de esta comunidad en colaboración directa con el Mara´akame Raureme, originario de La Laguna, Mizquitic, Jalisco, México



 
 
 
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