Jorge Luis Terreros Sánchez.
Viajes culturales Iyari Niuki tiene una cercanía importante con la cultura mexicana, además de ser la razón de ser de esta empresa social, cuenta con relaciones institucionales que le aportan mucho, una de estas relaciones se da con una liga deportiva que practica, promueve y difunde la revitalización del juego del Ulama de Cadera, basados en el juego que se conservó en Sinaloa y que deriva del Ullamaliztli practicado por las antiguas culturas mesoamericanas: FEMUC.
Para platicar al respecto, se llevó a cabo un webinar titulado “Revitalización del juego de pelota Mesoamericano” donde José Encarnación Lizarraga Covarrubias (presidente, maestro y entrenador nacional), Joel Gonzáles Mote Huetzin, Aly Reyes Hernández (Delegados del Estado de Puebla) y Daniel Metzcoatl Xoxouhtletzin (Delegado de la Huey Mexihco Tenochtitlan-CDMX) hablaron sobre la historia, evolución y actualidad del Ullama de cadera.
La palabra Ullama tiene su raíz en varias palabras: Ulli (hule nahuatl), ulcahuitl (sustancia del árbol del hule), ullanqueh (jugadores), ullamaloni (pelota), ullamaliztli (juego) y el símbolo de Ollin (movimiento).
Daniel Mezcoat, en su intervención insiste en conocer la filosofía del juego y el nombre de algunas palabras que le dan sentido al juego y a la práctica.
Para hablar del juego de pelota como deporte, Daniel Ramacciotti Pelegrini, destaca las siguientes palabras:
Tlachtli: Hace referencia a la Pista, lo que hoy se conoce como terreno de Juego.
Tlachco: Constituía todo el recinto; es decir, la instalación deportiva en su conjunto.
c: El "Campo de juego Divino". Recinto al que sólo acudían los señores principales y sacerdotes en ocasiones muy señaladas. Generalmente existía un solo campo de estas características en cada gran ciudad, y solía ser de dimensiones superiores al resto de los Tlachco.
Teotlachtli: Pista de juego del anterior. Sobre ella, y no en los demás Tlachtli, se hacían, en ocasiones, sacrificios humanos a los dioses.
Tezcatlachco: recinto deportivo sito en los templos; por lo que se puede decir que era usado sólo por los sacerdotes, y ya que el juego de pelota formaba parte del curriculum educativo, también por los alumnos del Calmecac. Se ha podido verificar la existencia de uno de estos recintos en Tenochtitlán y de otro similar en Tikal (Guatemala).
El Ullamallitzi (juego de pelota) tiene tres modalidades. brazo, antebrazo y cadera. En México, se resguarda en Sinaloa de generación en generación pese a las imposiciones de la cultura occidental con la cultura española.
Por mucho tiempo se creía extinta el juego de pelota y sus distintas modalidades, con intentos de preservar la cultura prehispánica se logró juntar a personas de todos los rumbos del territorio nacional para preservar esta práctica ritual --y ahora deportiva-- en el país.
Hasta el año 2000, en Sinaloa sólo existían seis pelotas de hule, así que el proyecto se dio a la tarea de fabricar pelotas, para 2015 el presidente de FEMUC fabricó su primera pelota y desde ese momento no paran de abastecer.
Las nuevas generaciones son una preocupación y parte importante en la revitalización de este juego, aparte de aprender y practicar la parte técnica y física, son las encargadas de compartir el corazón y la palabra a los demás en tiempos futuros.
Por último, la revitalización del juego de pelota mesoamericano es producto de un esfuerzo conjunto y el interés de mexicanos preocupados por el rescate de su cultura que, generación tras generación, resiste y se promueve. Es importante la labor que realizan las personas relacionadas con FEMUC para darle seguimiento a este juego ancestral.
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